VALENCIA — Lo que parecía un día cualquiera dio un giro inesperado para Laura Gómez, una ama de casa de 38 años residente en las afueras de Valencia. Mientras consultaba una receta en el portátil de su marido, Álvaro, encontró un archivo protegido con contraseña. Lo abrió tras introducir su propia fecha de nacimiento… y lo que vio la dejó sin aliento: una cuenta bancaria con 240.000 euros que su esposo había mantenido en secreto durante años.
«Me quedé helada», confesó Laura visiblemente afectada. «Estamos ajustando cada euro para llegar a fin de mes, y él tenía este dinero oculto. Es una traición en toda regla».
La pareja, que lleva 12 años casada y tiene dos hijos pequeños, vive una vida modesta en un adosado de un barrio tranquilo. Álvaro, contable de profesión, siempre ha llevado las riendas de la economía familiar, insistiendo en la necesidad de ahorrar y cortar gastos. «Nos decía que no podíamos permitirnos unas vacaciones ni comprar ropa nueva para los niños», relata Laura. «Ahora entiendo por qué siempre evitaba hablar de nuestras cuentas».
Según las primeras indagaciones, el dinero podría proceder de una herencia no declarada o de inversiones privadas que Álvaro habría hecho sin informar a su esposa. Sin embargo, él se ha negado a hacer declaraciones, mientras ambos han decidido consultar con un abogado.
Vecinos y conocidos lo describen como una persona reservada pero fiable, lo que hace que la revelación resulte aún más chocante.
“La ocultación de activos dentro del matrimonio puede tener graves implicaciones legales”, explica la abogada María Sánchez, especializada en derecho familiar. «En España, los cónyuges tienen derecho a la transparencia financiera, especialmente si hay hijos de por medio o bienes comunes que puedan verse afectados».
Laura, por su parte, está devastada. “Ya no sé quién es realmente el hombre con el que me casé”. La pareja está asistiendo a terapia, pero el futuro es incierto. Laura no descarta acudir a los tribunales si no obtiene respuestas claras.
Lo que comenzó como un simple clic ha destapado una doble vida, dejando al descubierto que incluso los matrimonios más estables pueden esconder secretos impactantes tras la rutina diaria.